El juego del mundo ha cambiado singularmente, por cuanto ha pasado a ser el juego que diverge. Los seres están dislocados, mantenidos abiertos por las series divergentes y los conjuntos incomposibles que los arrastran hacia fuera, en lugar de cerrarse sobre el mundo composible y convergente que ellos expresan desde dentro (...) Es un mundo de capturas, más que de clausuras.
Gilles Deleuze.
Le Pli.